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Lavar el rostro todos los días quizás sea una de las rutinas de belleza y cuidado de la piel más obvias. Sin embargo, es importante saber por qué es indispensable asegurar esta rutina todos los días, y más aún, por qué es importante hacerlo al menos dos veces en el día.
Primero que todo... recuerda que la piel de tu rostro, al igual que la piel del resto del cuerpo, segrega sudor, y con este, las grasas y desechos de la piel. Esto es una parte natural del organismo y si el cuerpo no lo hiciera, se correría el riesgo de acumular desechos y toxinas que a la larga terminarían perjudicando la salud de la piel.
Sin embargo, si permitimos que estos desechos permanezcan en la piel por mucho tiempo, terminarán mezclándose con la suciedad del ambiente (en todos los ambientes existen partículas minúsculas de polvo suspendidas en el aire, mismas que se adhieren a la piel). En consecuencia, esta mezcla terminará obstruyendo los poros de la piel, ocasionando que se tapen y se generen los ya famosos barros y espinillas.
¿Cuándo debo lavarme el rostro?
Primero: En las mañanas. Recuerda que la piel está en constante renovación. Así que al lavar tu rostro por las mañanas eliminas los desechos y células muertas que se originan durante la noche, evitando que permanezcan en la piel y se mezclen posteriormente con la suciedad del ambiente.
Segundo: En las noches. A lo largo del día tu piel segregará grasas y las partículas de polvo del ambiente se adherirán a esta. Al lavar tu rostro en la noche, o al llegar a tu hogar, eliminas la suciedad que se haya acumulado, dejando tus poros limpios para que se realicen los procesos naturales de renovación de la piel. Además, si usas maquillaje, debes asegurar de removerlo completamente.
Es obvio que si durante el día estás en ambientes con alta exposición al polvo y suciedad, quizás sea necesario que laves tu rostro en más ocasiones de las que mencionamos.
¿Cómo puedo asegurarme de que no se reseque la piel del rostro al lavarla?
Aquí es donde los jabones de Migo Natural Co. te ayudan a asegurar una limpieza profunda, pero a la vez te brindan una humectación e hidratación adecuada, de forma que contribuyen a que tu piel no se reseque. La leche de cabra presente en todos nuestros jabones te brinda una humectación hasta las capas más profundas de la piel, de forma que no sufrirás resequedad por lavar la piel de tu rostro.
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