No es ningún secreto que todos debemos cuidar nuestra alimentación. Nos lo dicen nuestras madres desde nuestra infancia y posteriormente, cuando somos adultos, sabemos por cuenta propia que debemos de cuidar nuestra alimentación si deseamos tener buena salud. De hecho, la mayoría de nosotros llegamos a sentir remordimiento cuando nos damos cuenta que no hemos sido suficientemente cuidadosos con nuestra alimentación, y - lamentablemente - también apreciamos físicamente las consecuencias, ya sea en nuestro peso, figura o incluso en nuestra salud.
¿A qué podemos llamar "Alimentación Saludable?
"El Plato del Bien Comer" es un buen punto de referencia, ya que presenta un balance de los distintos grupos alimenticios que deben de formar parte de nuestra alimentación diaria:
Frutas y Verduras: Son ricas en vitaminas, minerales y muchos otros nutrientes provechosos para el organismo, nutrientes que por lo general no encontramos en otros grupos alimenticios. Por lo general se pueden consumir libremente, aunque se recomienda que abarquen una tercera parte de la alimentación diaria.
Cereales y Tubérculos: Aportan carbohidratos, necesarios para brindar energía al organismo, siendo la principal fuente de energía para las células, tejidos y órganos. También son una de las fuentes principales de fibra dietética, que favorece la digestión y nos ayuda a sentir saciedad. Aunque muchas personas por lo general tratan de evitar los carbohidratos, pero la realidad es que estos son muy importantes en la dieta diaria, sin embargo, es importante balancear las cantidades adecuadamente y ser muy selectivos con los tipos de carbohidratos que ingerimos. Por ejemplo, es recomendable evitar consumir en exceso los azúcares y harinas refinados, eligiendo en su lugar los granos enteros y los productos con mayor cantidad de fibra.
Leguminosas y Alimentos de Origen Animal: Son los responsables de proporcionar las proteína necesaria para el funcionamiento adecuado de nuestro organismo. La proteína es indispensable para el sano crecimiento y desarrollo de tejidos, así como para la reparación de los mismos. Para los niños en desarrollo es sumamente importante que ingieran las cantidades adecuadas de proteína. Además, los alimentos de origen animal también aportan grasas, que también brindan energía, pero además contribuyen a absorber vitaminas "liposolubles", como las vitaminas A, D, E y K. Las grasas también proporcionan ácidos grasos esenciales para el desarrollo del cerebro y control de la coagulación sanguínea. Sin embargo, es importante señalar que consumir grasas en exceso también contribuye a la obesidad, de ahí que sea importante balancear adecuadamente las cantidades que ingerimos.
¿Cuál es el mejor régimen alimenticio para mi salud?
Todos debemos esforzarnos por tener una alimentación balanceada y saludable. Sin embargo, es importante entender que esto se presenta como una guía de referencia, que si bien nos puede funcionar a todos, alguien pudiera tener circunstancias especiales que impliquen ajustes en el balance de los nutrientes. Por ejemplo, una persona que padece diabetes quizás necesite reducir el consumo de ciertos alimentos e incrementar el de otros tipos. Otro ejemplo es el de una persona que busca perder peso, quizás se le recomiende reducir la cantidad de grasas y carbohidratos e incrementar la ingesta de proteína.
Es muy importante que si tenemos alguna circunstancia particular, acudamos a un nutricionista o un médico para asegurarnos de llevar una alimentación adecuada.
En conclusión, una buena alimentación le brinda a tu cuerpo los nutrientes necesarios para su sano desarrollo. Si aplicamos los beneficios de una buena alimentación al cuidado de tu piel, notarás que la ingesta adecuada de vitaminas, ácidos grasos y proteínas te ayudará a fortalecerla y notarás que tu piel estará mucho más radiante y sana. ¡No esperemos más y decidámonos a hacer todo lo posible por mantener una buena alimentación!.
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